sábado, 30 de junio de 2012

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Fuimos esclavos de nuestras más bajas pasiones aquel verano. Brisa veraniega que acariciaba nuestros cuerpos desnudos. Sensación amarga por la consumación del verano, dulce por el roce de nuestras almas. Aquella azul fachada que como nunca relucía cegó nuestras preocupaciones y dio paso a todos nuestros sueños y esperanzas. Intentábamos luchar contra el tiempo, hacer que valiese la pena cada segundo, cada segundo en el que se formaba un anexo inquebrantable entre nuestros cuerpos, nuestras almas saturadas de temor, temor por el desdén, por lo que nos quedaba por vivir. Temor inexplicable y comprensible. Temor inútil. Inútil como lo era nuestra preocupación.
Temíamos tanto que nuestra vida se pasó en un suspiro. 

lunes, 18 de junio de 2012

Oscuridad

Sobre mí, un cielo negro.
Debajo, simplemente se extiende una silenciosa morgue.
Ante mí, tinieblas. Una espesa niebla que no deja vislumbrar mi reflejo en las aguas cristalinas.






                Este silencio me está dejando sordo.





miércoles, 30 de mayo de 2012

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Al fin y al cabo mi frustración sólo deja una más que evidente marca fuera de mi cuerpo. Ríos que recorren mi cara y desembocan en mi cama, dejando sabanas y almohadas impregnadas por la soledad.
¿De qué me sirve repetir lo mismo una y otra vez? ¿De qué me sirve reafirmar cuales son mis carencias? 
Nadie va a venir a rellenar este vacío.
Nadie salvo la música.




miércoles, 11 de abril de 2012

A un paso del abismo.



Sus ojos eran un ventanal hacia la felicidad, era la mejor persona que he conocido jamás… Pocas veces lo mostraba, pasaba los días obsesionado con la perfección a su alrededor, una perfección inexistente, inalcanzable.  A pesar de no lograr esa perfección sabía cómo reparar miradas de vidrio y corazones de piedra, sabía cómo hacerte feliz con una mirada. Sabía arroparte desde la distancia, haciéndote sentir apreciado cuando nadie más te daba cariño. 



Ya no está, quítate de la cabeza volver a sentir sus brazos rodeando tu alma desnuda, nunca más volverá a ser quien custodie tu felicidad en las noches más oscuras. Solo prevalecerá un reflejo de su dulzura en lo más profundo de tu corazón, allí donde habita esa felicidad que no logra quebrantar el muro que sustenta la miseria. Esa miseria interna que desaparecía con cada una de sus caricias.

 
Todo era un espejismo, un ensueño, una mera ilusión. Despierta. Estás solo. Nunca nadie te ha dado el cariño que necesitas, nadie te ha arropado con sus abrazos y caricias.  Nadie te ha mirado a los ojos y te ha dicho que te quería. Y aun así sigues en pie. Sigue adelante. Escucha tu corazón y sigue siendo más humano que inteligente. Este mundo está plagado de inteligencia y carece de humanidad y amor.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Liberación.

Miles de mentiras y verdades pronunciadas por seres queridos es aquello que me atormenta cada noche, aquello que no me deja dormir, lo que me mantiene en vela. En vela por una adicción, un deseo, una droga. Una droga prohibida, detestable a la par que maravillosa, tan dulce como amarga. Más solitaria de lo que aparenta, más si se te va de las manos.
Una droga que coloca cualquier desorden, repara fracturas irreparables, un caos sumido en la más absoluta perfección.
Podrás pensar que hablo del amor, esa sensación que aviva cualquier fuego sin necesidad ninguna de oxígeno, puede que hable de la música, de la más perfecta melodía compuesta jamás.
Al fin y al cabo, aquello que te hace feliz, aquello que realmente te llena es por lo que tienes que luchar. Qué más da si es una persona, un oficio, una forma de vida... La vida es demasiado corta como para que seamos conformistas.

viernes, 2 de marzo de 2012

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Ella... Ella es como la calma que llega tras una tormenta, tan esperada, tan reconfortante... tan agradable y bien recibida, es como el amanecer, la luz que rompe la tenebrosa oscuridad, que ilumina mi vida en los más oscuros y deprimentes días. Es la brisa que roza mi cara cada mañana, fresca brisa veraniega que me hace soñar, soñar despierto.

jueves, 16 de febrero de 2012

No todo lo que reluce es oro.

 
Miré a los ojos de aquel muchacho y pude ver algo que nadie más veía, detrás de esa expresión de felicidad y esa sonrisa de oreja a oreja había alguien dañado y asustado, alguien que lo único que quería era que le abrazaran. Ví rabia, ira, ví un espiritu revolucionario que quería explotar y poder ser libre, poder expresar sus sentimientos tal y como son, sin miedo a que nadie le critique a causa de miles de prejuicios y tópicos con los que se come la cabeza día tras día a la sociedad actual. Ví como ese miedo creado por los que le rodeaban lo había desintegrado por dentro, cual ácido sulfúrico, lo único que quería era gritarle al mundo quien era, hacerse notar, sentirse parte de algo.
 Pude apreciar un par de heridas en sus nudillos, seguramente provocadas por él mismo, conozco a ese muchacho y es alguien muy autodestructivo, supongo que volvería a su casa, cansado de todo el mundo, incluso de sí mismo, con la soledad como protagonista en su vida y lo único que le apetecería es desfogarse, como fuese, ya cansado de escribir todo lo que se le pasaba por la cabeza lo único que le quedaría es golpear la pared, con todas sus fuerzas, hasta tintarla de rojo. Es triste, lo sé, lo que más me duele es no poder hacer nada por ayudarle, ver como cae en la más pura miseria sin mostrarselo a nadie, incluso él mismo quería creer que era feliz, que todo iba bien, intentaba evitar todo tipo de problemas, eso lo único que hizo es traerle más complicaciones aún.
Sí, ese muchacho soy yo.